lunes, marzo 29, 2010

volver...

Hace un buen tiempo que no me paseo por este espacio que otrora me pareciera tan mío. Ahora las cosas son diferentes.

Claro, medirán.

Es evidente, pensarán.

Lo cierto es que nosotros mismos no somos los mismos que un minuto antes. De alguna forma, las cosas que vivimos nos transforman, así como este mundo se transforma a nuestros pies.

Mi vida, para no sonar diferente, ha cambiado mucho. He cambiado mucho. Me parece excepcional como uno mismo puede reinventarse cada día. Como es posible descubrirnos capaces de cosas que ni se nos ocurriría pensar. ¿Será que nuestra mente se acostumbra a la paz y armonía de nuestros logros? Y con esto no me refiero a una vida placentera, sino a una vida de estabilidad, ya no digamos económica, sino emocional.

En este punto de mi vida, me parece difícil de creer que yo mismo no me imaginaba en lo que estoy o lo que soy. De alguna forma daba por hecho que mis logros se quedarían a mi lado y que mi vida tendría algo diferente que ofrecer. Creo que de alguna manera me sentí como cuando nuestros ancestros caminaban por días, meses e inclusive años; hasta encontrar un lugar en donde pudiera asentarse, entonces se inventaban nuevas fórmulas, nuevas actividades y se obligaban a prosperar. De muchas maneras me sentí como una semilla llevada acuestas por mucho tiempo y que, después de mucho trabajo y tiempo, encontró un lugar en donde le era posible florescer.

Me resultaba casi imposible de creer una vida sin mi vida, algo así solo era posible como producto de alguno de mis sueños siempre raros.

Ahora, después de casi un año de mi nueva metamorfosis, me doy cuenta no solo que me equivoqué, sino que no es tan malo después de todo. Ahora, después de meses de meditar y de sufrir por el cambio, me doy cuenta de que lo que está conmigo no es tan malo como llegué a creer.

De pronto, me siento vivo otra vez.

Sé que me he alejado de mi mismo, solo por el miedo a enfrentarse con eso que ya no poseo. Por encontrarme sumido en un dolor que me consume no solo el corazón, sino que extingue mi ser. Ha sido un proceso no solo agobiante, sino sofocante. Ha sido el peor año de mi vida, pero el que me ha regalado lo que ya no podía ver.

Me ha regalado a mi mismo.

Ahora, que me veo una vez más, que me encuentro parado ante un nuevo camino, uno que se pierde a la distancia tras separarse en miles de senderos; me doy cuenta de que he logrado levantarme una vez más. Que ahora, mañana y por siempre; estaré preparado para enfrentarme a ese yo que no podía ser y convertirlo en el mi mismo que siempre soñé.

Hoy me miro a los ojos y me digo, me convenzo, de que mañana será un día que no podré olvidar jamás, y que el día que le siga a este será tan esplendoroso como el que le antecedió.

Hoy me doy cuenta que mi vida no termina, sino que se eleva hacia un nuevo plano, uno en el que yo vuelvo a ser la figura principal, mi amo y mi señor, y el único que podrá evitar que consiga lo que siempre he deseado hacer.

Se que les abandoné y me abandoné al mismo tiempo, pero, si alguno sigue en pie, nos vemos en este espacio que planeo mantener con vida cuando menos un año o una vida más.

.

CUENTOS, LIBROS Y OTRAS ANÉCDOTAS

Comencé este blog en el 2005, a manera de entretenimiento. Al principio no sabía que es lo que quería escribir, pero pronto descubrí mi afición por las historias cortas. Un día, el primer “Cuento Fúnebre” vio la luz. Disfruté tras escribir cada cuento y me prometí que algún día escribiría un libro. Ahora es ese día.

Si te han gustado mis historias y reflexiones, te invito a conocer un nuevo sitio Web que he estado preparando. Uno en donde, además de continuar escribiendo mis cosas, comentaré mi progreso en los diferentes proyectos que me he propuesto.

eduardoferron.com